Refugio San Antonio es una reserva natural privada en las montañas sobre San Isidro de El General. Los biólogos Anne y Jan Grimm han protegido una gran área forestal contigua con selva premontana y bosque nuboso dentro del corredor biológico Sendero del Tapir y la Reserva de la Biosfera Savegre de la UNESCO. La reserva se extiende al oeste de San Isidro sobre un área de aproximadamente 600 hectáreas a 500 - 1300 m sobre el nivel del mar. M. El área protegida es cuidada por una familia local con el objetivo de preservar esta importante zona de amortiguamiento y expandirla continuamente mediante la compra de áreas adicionales y la reforestación activa, así como mediante la sucesión natural. Los amantes de la naturaleza interesados pueden visitar la reserva previa inscripción (llegada por cuenta propia, se recomienda 4x4) en
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A 1300 m hay una maravillosa vista panorámica de los bosques primarios circundantes, la ciudad de San Isidro y la Cordillera de Talamanca con el Chirripó, la montaña más alta del país, hasta el Pacífico, pero cuidado, hay que vestirse. un poco más cálido por la noche. La casa está equipada de forma sencilla pero funcional para alojar cómodamente hasta seis personas en tres habitaciones (ya sea con cocina propia o con cocina local sencilla proporcionada por la familia administradora, precio a convenir). También hay caballos que puedes pedir prestados para realizar excursiones. Otros alojamientos muy sencillos están disponibles en la estación de reforestación ubicada a 900 metros en la cuenca de un valle solitario al noreste de la reserva. El administrador local habla sólo español y estará encantado de mostrarles a los entusiastas de la naturaleza aventurera las bellezas del Refugio en uno de los numerosos senderos privados. Una caminata de un día a las cascadas escondidas del río Guabito requiere un muy buen nivel de condición física. El sendero selvático sobre el nivel de Guaria conduce a través de un bosque nuboso cubierto de musgo y bromelias con vistas espectaculares de la costa del Pacífico y después de aproximadamente 2 horas llega al Río San Antonio, que ofrece refrescantes oportunidades para nadar. Desde allí podrás explorar otras áreas de la reserva si lo deseas. Para los excursionistas menos ambiciosos, hay varios senderos más cortos que atraviesan diferentes zonas climáticas y vegetales de la reserva natural.
Si está interesado, los visitantes también pueden participar en los proyectos de reforestación en curso. Todos los ingresos se destinan íntegramente al proyecto de protección.
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